Artículo del Portavoz de Ciudadanos (C’s), Vicente Vidal. Publicado en Levante de Castelló, 14/11/2016

¿Recuerdan el cuento de Pinocho y Gepetto? Quienes lo tuviesen olvidado seguramente pudieron revivirlo esta misma semana si han estado pendientes de la modificación de las ordenanzas fiscales abordada por el Ayuntamiento. Porque el tripartito vendió como bajadas, las subidas de impuestos y se quisieron postular como dialogantes mientras pasaban el rodillo.

Ya fueron desleales a la oposición al vender unilateralmente una reforma fiscal que aún se estaba debatiendo con todos los partidos políticos. Y aún tienen el valor de decir ahora que esperan que nos sentemos a negociar nuevas modificaciones de ordenanzas. Hagamos una apuesta, ¿se ajustarían esta vez a la imagen que intentan vender de Gobierno negociador o volverían a evidenciar su farsa y pasar el rodillo del tripartito?

Pero lo más grave, sin duda, es que también han sido desleales a los castellonenses. Si al tripartito el Hada Madrina le hubiese castigado con que “cada vez que mientas te crecerá la nariz”, todos los vecinos estarían comprobando ahora el incremento desproporcionado en las narices del equipo de Gobierno.

Hablan de justicia fiscal, de ayudar a quienes menos tienen, y rechazaron la propuesta presentada por C’s el pasado junio donde pedíamos que se bonificase a las familias con menos recursos con una ayuda para poder pagar el IBI, igual que se ha hecho con las familias numerosas. El tripartito se opuso alegando que no se podía hacer, cuando se está llevando a cabo en muchos municipios españoles. Pequeñas localidades como Barberá de Vallés o grandes ciudades como Palma de Gran Canaria o Madrid, donde se bonifica hasta el 50%, son prueba de ello. Un centímetro más de nariz.

Se les llena la boca diciendo que gravarán menos a  los inmuebles rústicos cuando, pese a las advertencias reiteradas de C’s y la constancia del error, siguen cobrando indebidamente las plusvalías y el IBI de un suelo rústico mal calificado como urbano. Dos centímetros.

Alardean de sólo subir los impuestos a quienes más tienen y le suben la tasa de basura al 60% de los vecinos. Que yo sepa, el 60% de las familias castellonenses no son ricas. ¡Ojalá!. Tres centímetros.

En mitad del debate se les escapó una media verdad: su prioridad, según dijeron, no es bajar impuestos sino la progresividad. Pero, sin embargo, basan esa progresividad en los valores catastrales cuando, en primer lugar, este criterio no viene en muchas ocasiones aparejado con los ingresos familiares; y, en segundo lugar, cuando ellos mismos reconocen que “los vecinos de Castellón tienen valoradas sus casas en unos precios que correspondían a cuando la burbuja inmobiliaria estaba a punto de estallar y no con la realidad actual”. Por eso se ha solicitado una revisión al Catrastro. Cuatro centímetros y subiendo.

Dicen que bajarán los impuestos, pero sube la recaudación. ¿Cómo es posible? Suben el IBI a las empresas y se escudan en que no se les beneficiaba en la legislatura pasada, ¿No decían que venían a cambiar las cosas? Lamento recordarles que Pinocho a su lado era chato.

Eso sí, el equipo de Gobierno dijo una verdad para finalizar su intervención: “Nosotros subimos los impuestos cuando consideramos que hay que subirlos y las tasas cuando hay que ajustarlas al coste del servicio”. Incuestionable. Y añadieron: “pero intentamos darle un carácter social”. Muy cierto, porque ‘intentar’ no significa, en ningún modo, ‘conseguir’.

Dice el cuento que Pinocho se dio cuenta de que había mentido y, al ver su nariz, se puso a llorar. Nuestro tripartito, sin embargo, lejos de avergonzarse, saca pecho. Menos mal que dicen que ellos no quieren hacer demagogia. ¡Manda narices!

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