Artículo del Portavoz de Ciudadanos (Cs) en el Ayuntamiento de Castellón, Vicente Vidal. Publicado en Levante de Castelló 4/03/2017
Tenemos un equipo de Gobierno con mucho arte, sin duda: el arte de mentir y, de paso, cobrar de más. Pleno tras pleno y comisión tras comisión, desde Ciudadanos hemos advertido al bipartito de que el Ayuntamiento de Castellón estaba cobrando indebidamente a los vecinos (ahí están las grabaciones y las actas) y una y otra vez, el equipo de Gobierno (que no es ‘el de las personas’ sino ‘el de los recaudadores’) negó esta realidad. Ahora queda demostrado que teníamos razón con la sentencia del Tribunal Constitucional que asegura que no se puede cobrar plusvalías a quienes no han obtenido ningún beneficio en la transmisión de viviendas y locales. ¿Usted es uno de los afectados? Pues sepa que desde Ciudadanos hemos presentado una moción para que el Ayuntamiento de Castellón le devuelva inmediatamente la plusvalía que no debieron cobrarle. Veremos si votan a favor el resto de grupos. Nosotros exigiremos que el Ayuntamiento ponga todos los medios materiales y humanos necesarios para que los castellonenses afectados puedan reclamar la devolución y, por supuesto que el Consistorio no sólo devuelva lo recaudado de más sino que deje de cobrar indebidamente a los vecinos. Ya es hora de hacer justicia con los castellonenses. Esperemos que el día 30 cuando llegue esta iniciativa al pleno no vuelvan a negar lo evidente. Aunque lamentablemente el bipartito nos tiene acostumbrados a mentiras en sus intervenciones y promesas incumplidas. Como cuando decían que querían una fiscalidad justa y subieron los impuestos al 60% de los castellonenses o cuando aseguraron que iban a convertir Castellón en ciudad libre de desahucios y el año pasado lejos de reducirse, aumentaron.
Pero, sin duda, la mayor exposición del arte de mentir del bipartito la vimos en el último pleno. Pinocho estuvo más presente que nunca. La responsable de Cultura, Verónica Ruiz (de Compromís), y el responsable de Personal, Antonio Lorenzo (del PSOE), quisieron hacer creer que no tenían conocimiento de los casos de acoso que está sufriendo la banda de música, pese a haber hasta cuatro escritos de los músicos presentados en registro. Incluso quisieron hacer creer que no les habían llegado esos escritos. ¿Le echaron entonces la culpa a los funcionarios acusándoles de no pasárselos? Lástima que la concejal de Cultura no pueda echar la culpa a nadie cuando también se le avisaba de la situación de la banda en un mail que ella misma respondió. Fíjense, pese a saberlo todo, al menos de forma oficial desde hace siete meses, no movieron ni un dedo hasta que el tema no llegó a la prensa. No me digan que eso no demuestra frialdad y cinismo.
Y volvieron a mentir cuando en pleno debate sobre el cese de Lafuente (el nuevo asesor de la alcaldesa puesto a dedo que renunció a cobrar 40.000 euros como concejal para cobrar 70.000 euros limpios en su nuevo puesto), el portavoz socialista quiso negar que esta persona de confianza nos cuesta 90.059,03 euros a todos los castellonenses. Quiso hacer creer que la seguridad social no forma parte del gasto como si la pagase el Espíritu Santo en vez de todos los ciudadanos. Sin duda, mentir no les cuesta lo más mínimo. Olvidan que los ciudadanos no son tontos. Pero mientras ellos mienten, desde Ciudadanos buscamos soluciones y por eso, pedimos limitar el sueldo de los asesores para que no cobren más que la alcaldesa o incluso que Rajoy.
¿Pero saben que fue lo más grave? No fue que el bipartito no parase de mentir sino que la alcaldesa intentó por todos los medios que el resto de grupos no le dijésemos las verdades a la cara. Intentó que no llegase al pleno el debate sobre el cese de su nuevo asesor. Pidió incluso informes jurídicos pero no avalaron su intento de censura. No quería que le hiciésemos la cara roja ni que se viese cómo estaba totalmente sola en esta decisión. Intentó censurar un debate, algo muy grave en una democracia. Pero no pudo con el Derecho ni con el derecho del resto de grupos de decirle las verdades a la cara. Al final, demuestran la gran mentira: se hacen llamar Gobierno progresista pero lo que entienden por progresista es subir los impuestos de forma progresiva al 60% de los vecinos para de forma continua y continuada colocar a dedo a sus amigos con un sueldo bruto superior al del presidente del Gobierno. Progresistas ja, ja! Este Castellón mío, este Castellón nuestro, ay ay!