Artículo de la diputada de Ciudadanos (Cs) en la Diputación de Castellón, Cristina Fernández. Publicado en El Periódico Mediterráneo. 8/3/2017.

¿Quién no ha usado un servicio público y se ha encontrado con un funcionario al otro lado del mostrador que nos atiende como si de un robot se tratara?

Es necesaria la evolución y la introducción de las nuevas tecnologías, pero no se nos olvide que detrás de cada número de turno en el médico, en hacienda, en la seguridad social, en el ayuntamiento, hay una persona de carne y hueso. Una persona, con su historia particular. Lo ideal sería que las profesiones fueran 100 por cien vocacionales en el servicio público. Pero no siempre puede ser así.

El otro día fui a por un documento a Hacienda. Un simple documento y me recorrí siete mesas diferentes, dos horas y media y me fui de allí sin el documento. Los ciudadanos acudimos a las administraciones perdidos, y la mayoría de las veces por obligación y no por voluntad propia, desde Ciudadanos estamos convencidos que se puede mejorar la atención en nuestras administraciones.

Al día siguiente, acompañé a mi hija a por un documento a la Guardia Civil para poder realizar un viaje al extranjero. Fue tal la amabilidad, las ganas de solucionar el problema, que aunque también me fui sin el documento por la excesiva burocracia que tenemos en este país, mi actitud, mi percepción, mi comportamiento el resto de día ya fue otro. Y esto es lo que hay que conseguir con documento incluído.

Desde Cs siempre hemos defendido una reforma ambiciosa de la Administración con la atención de una ventanilla única, en la que el ciudadano explica su problema y sale de allí con una solución. Imagínense a un señor mayor, sin conocimiento de las nuevas tecnologías, que venga de un pueblo de interior donde se pasa trabajando de sol a sol en su huerto. El laberinto burocrático que se encontrará unido a las numerosas gestiones que se realizan con una máquina, que en ocasiones no entendemos ni los que tenemos unos cuantos años menos, le harán el día difícil. Si a la modernización pero no a la despersonalización.

No es una cuestión de generar desconfianza y poner el foco en el funcionariado, pero la empatía y la eficiencia deben estar presentes en nuestra administración y no tratar al ciudadano como un número.

img_20160419_125531