Artículo del portavoz de Ciudadanos (Cs) en el Ayuntamiento de Castellón, Vicente Vidal. Publicado en el Levante de Castelló, 15/04/2017.

 

 

Si queremos convertirnos en referente turístico, no vamos por el buen camino. O al menos no estamos haciendo lo suficiente. La prueba es la gestión turística para esta Semana Santa en la que se suman las chapuzas. La más evidente es que por la desidia del bipartito la playa de Castellón no va a tener servicios turísticos en Semana Santa. El equipo de Gobierno comunicaba que por falta de planificación no les daba tiempo a adjudicar la explotación de los merenderos, hamacas y sombrillas, embarcaciones a motor y kiosco de prensa y helados, como había anunciado, y por tanto, desistían en su intento, aplazándolo hasta verano. ¿Acaso no sabían desde hace tiempo que tenía que llegar la Semana Santa? Que yo sepa no es el primer año que se celebra la Pascua en nuestra ciudad. Siendo una semana clave para nuestro sector turístico es lamentable que Castellón no brinde una oferta de playa completa por la incompetencia del bipartito. Pleno tras pleno, comisión tras comisión les advertimos al equipo de Gobierno: ¡previsión, señores! Como puede comprobar usted ahora, hacen oídos sordos, no sé si llevados por la ingenuidad o la prepotencia.

 

Pero al menos, en relación a la zona de playa, por fin el bipartito ha reconocido un garrafal error (eso sí, sin querer aceptarlo) porque ha anunciado la regulación de la acampada de autocaravanas en la playa. Y ahora tendríamos que decirle aquello de ‘te lo dije’, porque Ciudadanos presentó una moción en el último pleno llamando a la urgente regulación de estos asentamientos y el equipo de Gobierno la rechazó negando la evidencia, es más, dijo que no se podía regular porque sólo estaban aparcadas y no pernoctaban. Y ahí faltaron a la verdad en dos sentidos: el primero lo sabe cualquier castellonense que haya paseado por el Parque Litoral en las últimas semanas y meses: los autocaravanistas estaban claramente acampados y pernoctando; el segundo, que no podían regularlo: ¿no podían regularlo hace dos semanas y sí pueden ahora? ¿en qué quedamos? No quieren darnos públicamente la razón, de acuerdo, el orgullo les puede, pero al menos han bajado del burro y todo habrá merecido la pena si hemos conseguido que se regule el caos existente hasta ahora por culpa de la desidia y la permisividad del bipartito.

 

Y si venimos a la ciudad, la eficiencia del bipartito para ofrecer la mejor imagen de Castellón en fechas de gran afluencia turística no mejora: continuamos con el quiosco de la plaza La Paz, emblema de nuestra ciudad, cerrado. Trece meses más tarde de anunciar que iban a construir unos baños para poder reabrirlo, aún no han empezado ni a construirlos. Año y medio lleva cerrado, llega de nuevo la temporada alta y seguimos igual. Bueno, igual no, porque si parada obligatoria para todo turista es la plaza Mayor, el bipartito ha elegido la Semana Santa para instalar los andamios al edificio Noble del Ayuntamiento para comenzar la obra. Podrían haber esperado una semana, pero han decidido que nuestra plaza lucirá de manera más espectacular ante los visitantes con hierros y vallas. Y para los más pequeños: unos parques infantiles llenos de suciedad.

 

Y luego nos extraña que suba el paro. Es normal con la previsión en un sector motor económico de nuestra ciudad y la subida de impuestos. Desde Ciudadanos reclamamos que se modifiquen las ordenanzas fiscales para bajar los tributos a los castellonenses en 2018 y que se empiece a trabajar ya en esta modificación para que no nos pille tomando las uvas como ha ocurrido este año en el que estábamos aprobando los textos a pocas horas de Nochevieja. Porque una vez más reivindicamos desde estas líneas la necesidad y la posibilidad de bajar los impuestos a los vecinos y a las empresas si el Ayuntamiento cuenta con superávit, como es el caso, y se inicia una leve recuperación económica. Seguiremos trabajando y esperamos que pese a todas las trabas, castellonenses y visitantes disfruten de la Semana Santa y el bipartito haga penitencia para mejorar, al menos, en su previsión. Este Castellón mío, este Castellón nuestro. Ay, ay.