Artículo de opinión de la portavoz de Ciudadanos (Cs) en la Diputación de Castellón, Cristina Gabarda. Publicado en El Periódico Mediterráneo 17/05/2017

En el último pleno nos dimos un encontronazo más contra el muro que supone el rodillo de la mayoría absoluta del PP en Diputación. Aunque en el PP, se jacten de presumir de partido dialogante y que buscar consensos, se demostró otra vez, que depende de si les conviene. En política como en la vida, hay que tener coherencia.

Esto no sería una novedad si no fuera porque existe un acuerdo de Junta de Portavoces precisamente para evitar estas situaciones con las propuestas de todos los partidos. Dicho acuerdo, recogía el compromiso de los grupos de no presentar enmiendas a la totalidad a las mociones del resto de grupos para no desvirtuar el debate y que todos los partidos se posicionen con los temas que se llevan a debate.

Para Cs los acuerdos verbales son tan importantes como los acuerdos escritos, porque nosotros cuando nos comprometemos con algo, lo cumplimos; pero parece que otros no, de ahí que este pleno hayamos tenido que proponer el cumplimiento de los acuerdos. Una obviedad, con la que supuestamente todos deberían estar de acuerdo. Pues NO. En la pasada comisión de transparencia, el PP votó en contra de nuestra iniciativa que tan sólo exigía cumplir lo acordado por todos los grupos. En frente, toda la oposición con su voto a favor.

El PP, según el Reglamento Orgánico puede presentar este tipo de enmiendas, pero lo que no se puede hacer es decir una cosa en los despachos y hacer otra en los Plenos. Se excusa en que sólo ha ocurrido una vez, pero vota en contra para poder repetir la jugada de presentar una enmienda a la totalidad y evitar tener que votar las propuestas de los partidos de la oposición cuando no son de su agrado. Quien manda hoy en la Diputación olvida que cuando se entra en la dinámica de incumplir la palabra, todo lo que se dice puede convertirse en humo.

Desde Cs exigimos una Diputación que conceda la oportunidad de debates abiertos, una Diputación transparente y dialogante, cercana a los ciudadanos y a la sociedad que representa. Porque, sin duda, por esta dirección no conseguiremos que los ciudadanos recuperen la confianza en los representantes políticos y sus instituciones. Si no se respetan los acuerdos que uno mismo aprueba, difícilmente se respetará a los ciudadanos.